ABOGANDO POR PANDAS

En diciembre 24 del 2017 después de la fiesta de noche buena mi niña, normalmente alegre, aplicada, social, y artística DE REPENTE y DE LA NOCHE A LA MAÑANA cambio por completo. Empezó como una exagerada y repentina preocupación incontrolable que no la dejó dormir esa noche. Ignorando estos síntomas como si fueran cosas de niños, le dijimos que pronto se sentirá mejor y continuamos con nuestros planes de seguir los festejos navideños y manejamos a casa de mis padres. Pero mientras las horas pasaban su comportamiento empeoraba. No dejaba de llorar, dejo de dormir, dejo de comer.

Todos los recuerdos, imagines, errores, y dudas de su vida ahora la atormentaban y su vida alegre y divertida de una niña de 12 años se detuvo por completo. Después empezó a orinar la cama, a hablar sola, dejo de querer salir. Lo más espantoso fue cuando un día se desmayó y empezó a convulsionar. No hay dolor más grande para un padre que ver a su hijo sufrir. La desesperación de que ningún médico sabía lo que le pasaba a mi hija era una tormenta. Mi hija tiene PANDAS/PANS.


Los últimos 3 años hemos pasado por un laberinto que parece no terminar. Espero que este sea un espacio que quizás les ayude a dar un paso hacia adelante y que nuestros niños puedan sonreír muchos días más.